Para musicalizar

Amarte ¡ya para qué!


AMARTE ¡YA PARA QUÉ!

Antes de coger el sueño
a solas ríes ingrata
de mi romántico empeño
que tu desprecio maltrata.

Ríes con satisfacción
haciendo vibrar la almohada
y a mí en la desolación
me llega tu carcajada.

Amarte ¡ya para qué!
para qué seguir así
yo queriéndote con fe
tú riéndote de mí.

El corazón me aconseja
la razón me contradice
porque tu risa es la queja
que por dolor se maldice.

Luis Bárcena Giménez

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