DOBLE PECADO
Tráiganme pronto a un cura
pa confesarme al momento
porque viendo a esta lindura
pecado es mi pensamiento.
Con un ojo veo su cara
es un primor que da gusto
y el otro ojo se dispara
y va directo a su busto.
A la altura de su ombligo
agua se me hace la boca
y del resto solo digo
que a toda hora me provoca.
Así empezó el alboroto
a agitarme el corazón
yo del Señor soy devoto,
pero caigo en tentación.
Luis Bárcena Giménez
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