CADA DÍA ME MARGINAS
Cada día que pretendes
convertirte en una santa
con tu mística postura
mi resquemor se agiganta.
Cada día que me atiendes
con tu aura virginal
me pongo de mal humor
y todo me sale mal.
Cada día que antepones
tu sermón a una caricia
no hago caso a tus consejos
y me lleno de malicia.
Cada día que permutas
la pasión por la homilía
me doy cuenta que tu idilio
solo es cucufatería.
Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.