HOMILÍA
En el momento en que mi voz te nombra,
se irradia el sendero y el alma despierta
para tejer mágicamente hasta tu puerta
con las más hermosas flores, una alfombra.
En el momento en que tu corazón se asombra,
se dispara el dardo pasional y en tu pecho acierta
con la resina de cariño, que está cubierta
con la corteza del árbol del edén que te da sombra.
Al decir tu nombre, digo un verso, una poesía,
digo una plegaria de ternura, un sueño anhelado
en el momento en que tu alma amando está.
Al oír mi voz, el eco se hace eterno y es una homilía
sincera y real que por obra del amor hemos creado
en el momento en que mi corazón a tu lado va.
© 2000 Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.